lunes, 26 de marzo de 2012

Por fin retomamos las partidas de rol...

Si, y como debe ser, jugando en la cosmología lovecraftiana. Tras años y años de (sobre todo) dirigir y (ocasionalmente) jugar a La Llamada de Cthulhu, esta vez he podido disfrutar como jugador de una partida de El Rastro de Cthulhu. Lo primero he de decir que disfruté mucho de la misma, y que espero poder seguir jugando escenarios y/o campañas del juego. La mecánica es simple pero efectiva, dando importancia a la parte narrativa frente a las tiradas de dados, y favoreciendo el transcurrir de la trama frente a un posible sistema engorroso y que podría llevar a bloquear la partida por cualquier mala tirada.

Personalmente opino que es la línea lógica para llevar una partida de rol, y más de tipo investigación. Yo llevaba esa misma idea al dirigir La Llamada, y doblaba el reglamento cuando me interesaba, o lo omitía directamente favoreciendo rolear y narrar la historia. Como jugador de wargames considero los reglamentos necesarios y fundamentales, casi biblias a seguir al pie de la letra pese a que se pueda o necesite usar reglas de la casa con algunos de ellos; como jugador de rol, el reglamento me sobra en muchas ocasiones. ¿Por qué una tirada al azar va a romper una genial idea que puedan tener los jugadores? ¿O el trabajo de un director al preparar concienzudamente un módulo? En definitiva, algo aleatorio no tiene por qué destruir la historia, tiene que ayudar a crearla, del mismo modo que la rigidez de una o más reglas no debe encajonar la narración. Ojo, reconozco que en otros juegos el sistema de combate, y de reglas es más importante y necesario, como en juegos de fantasía, cierto tipo de juegos sci-fi, etc. En esos casos veo el sentido y la necesidad de tener un sistema más complejo y completo de reglas, pero para lo que yo suelo (solía) dirigir, no veo esa necesidad.

Pero bueno, dejemos la filosofía rolera aparte, y centrémonos en la partida del viernes. Aún no estoy muy seguro de qué pasó al final, aunque tengo bastante claro que mi personaje se volvió loco... Veremos si no del todo, y mi personaje, Patrick O'reilly, puede volver a aparecer en las próximas partidas. En mi siguiente post escribiré una reseña del trasfondo de mi personaje. Me gusta bastante la idea que tuve, y quiero plasmarlo para que quede constancia de él. No voy a contaros nada acerca de la aventura ya que es un módulo publicado, y no quiero fastidiar a nadie, pero he de decir que fue una aventura divertida, desafiante en algunos momentos, aunque no demasiado compleja, perfecta para que un pequeño grupo se inicie en el sistema, que era el caso. Simplemente con comentar que tengo ganas de retomar mi personaje, y continuar jugando queda claro que me gustó, ¿no?


En breve me toca dirigir la conclusión de la aventura de la Llamada de Cthulhu que dejé pendiente hace meses. Tengo todas las ideas en la cabeza, aunque nada plasmado en papel/portátil/tablet... me da que me toca una semana de poco pincel y miniatura, y mucho de trabajo de master. Para poder terminar esto, voy a tener que dejar mi otro proyecto rolero parado. No puedo contar nada sobre él (mis jugadores leen mi blog o, al menos, eso me dicen), pero si la cosa sale bien, va a ser algo grandioso. El mayor problema de este otro proyecto es que aún no tengo claro qué sistema de reglas usar... Sí, solo tengo la historia casi hecha, mapas y demás, pero ni una característica de los posibles PNJs, ni nada relacionado con el sistema de juego... A ver qué obtengo yo de todo esto. Estoy releyendo algunos manuales de mi colección, y creo haber hallado el adecuado, pero aún quiero comprobar un par de cosas. Y si no, pues nada, jugamos con un sistema sencillo, cara sale bien la acción, cruz no... :-P



Bueno, os dejo, tengo que sumergirme en el oscuro universo de Lovecraft, e ir preparando el módulo del próximo día...

¡Iä! ¡Iä! ¡Cthulhu fhtagn!

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